Reflexiones sobre los procesos asociativos en el Norte del Tolima

El equipo de REDHER hizo un acompañamiento en el norte de Tolima. Aquí las reflexiones…

La Red de Hermandad y Solidaridad con Colombia ha estado presente  las últimas semanas en el norte del Tolima apoyando los diferentes procesos de fortalecimiento del tejido asociativo de una región, que no sólo se caracteriza por ser una de las regiones con más producción de café del país, sino también por su lucha heroica e incansable contra las políticas neo liberales que vienen implantándose cada vez con más fuerza desde los años noventa en Colombia.

La doctrina del Shock….

La llegada de un feroz desmantelamiento de las instituciones públicas a través de la privatización de los servicios y bienes públicos, del saqueo de los recursos naturales por parte de multinacionales extranjeras, unidas a la fuerte desvalorización del precio del café, la repentina desaparición de los subsidios cafeteros, la acelerada desaparición de los pequeños y medianos campesinos y la consecuente pérdida de soberanía alimentaria, provocó una fuerte desesperación en la población  de la región nortolimense debido al gran endeudamiento y  empobrecimiento de las familias campesinas y la clase trabajadora….

No obstante, la clase campesina tolimense y colombiana, se caracterizan por su heroísmo a la hora de enfrentar los grandes poderes oligárquicos a través de la organización y el empoderamiento popular. En este caso se cristalizó en la creación de ASOPEMA (Asociación de Pequeños y Medianos Agricultores del norte del Tolima); organización que con poco tiempo logró trasmitir a la sociedad civil tolimense y colombiana la necesidad de una gran respuesta popular para voltear la situación y recuperar la dignidad de las familias campesinas y trabajadoras siendo la capacitación política y social la herramienta clave, para que el pueblo abriera los ojos.

De paro a paro….

La expresión real del trabajo de capacitación ejercido por los líderes de ASOPEMA se expresa de forma rotunda en el paro de campesinos cafeteros el dieciocho de Febrero de 1995, y que tiene como objetivo frenar los pasos al gobierno, que ya había regalado la dignidad del país a las multinacionales gringas y europeas.

 ASOPEMA entendió que la voz del pueblo debía sonar con más fuerza, y así pues, el diecinueve de Julio del mismo año aproximadamente 18.000 personas se reúnen durante más de sesenta días en el parque Manuel Murillo Toro de Ibagué, acto que retumbaría por todos los rincones del país, y que finalmente regaría la semilla de la solidaridad de la sociedad civil colombiana, que se expresa en una marcha realizada el catorce de Agosto de dicho año en Bogotá, con la participación de diferentes organizaciones que entendían que el proceso del Tolima debía encender la mecha en otras regiones del país…hasta que PLOMO! Un disparo del policía de turno acabó con la vida de Fernando Lombana, líder reconocido de la región, que demostró su valentía en los paros anteriores, cuando un cordón policial impedía el paso a los manifestantes, amenazando que el que pasara, moriría, el héroe Fernando resignado afirmo: “si ha de morir alguien, que sea yo el primero” rompió el cordón la marcha prosiguió y el paro fue histórico. Claro está que los líderes de ASOPEMA afirman que la bala tenía nombres y apellidos, desde que Fernando se atrevió a confrontarlos en el paro anterior.

Semillas….de las que nacen procesos.

A base del hostigamiento y la cruda violencia tanto del ejército, como de la policía y grupos paramilitares y de las falsas acusaciones de los activistas como miembros de la guerrilla, el miedo se incrustó en el movimiento que perdió su fuerza progresivamente, pero eso sí….como dicen algunos fundadores de ASOPEMA, los paros regionales y posteriormente la marcha en la capital, sentaron las bases de lo que hoy es el Coordinador Nacional Agrario (CNA)…..semilla que poco a poco saca raíces que se entretejen para crecer y ofrecer sus frutos al movimiento social colombiano.

El miedo tiene que cambiar de bando…. 

Hoy la fuerza de ASOPEMA se cristaliza en ASACOL (Asociación de Agricultores de Colombia Camilo Rodriguez Restrepo) que formando parte del Congreso de los pueblos, intenta recuperar la fortaleza del tejido asociativo, para seguir combatiendo contra el miedo producido por las políticas neoliberales, de un gobierno que regala la tierra a las multinacionales mineras que contaminan el territorio  y que pone en riesgo la permanencia en el territorio de las familias campesinas debido a la escasez y contaminación de las aguas y a la persistente violencia y amenazas de grupos no identificados por las instituciones públicas, así como por la codicia de terratenientes que hoy siguen viendo como opción de vida, desplazar a veredas enteras para dominar un territorio que les permita forrarse y disfrutar de sus vidas con mansiones piscinas y viajes a Miami.

Pero no, la sabrosura de Colombia es para que la disfrutemos todas, así que la clase dominante ya empieza a ver que a un pueblo digno, libre y sin miedo no lo para nadie….y a través de la organización popular, el pueblo del norte del Tolima le envía el mensaje a los terratenientes y empresarios que el miedo tarde o temprano, se va a incrustar en sus ojos….pero no el miedo por la violencia, si no el miedo que le produce a la oligarquía colombiana entender  después de varios siglos de violencia hacia los más pobres, que vivir es compartir y compartir es ser feliz.

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