En Bogotá, a 6 de julio de 2020.
La Red de Hermandad y Solidaridad con Colombia, espacio de coordinación del que forman parte diversas organizaciones colombianas (Red Colombia) y colectivos de otros países que trabajan en Colombia según los principios de solidaridad y política internacionalista (Red Europea), por medio de este escrito en ejercicio del derecho fundamental de petición (art. 23 C.P), trasmitimos ante las autoridades colombianas nuestras preocupaciones sobre la situación de derechos humanos que se presenta en varias regiones del país, en el marco de la actual coyuntura sanitaria y en especial por los hechos acaecidos ayer domingo 5 de julio de 2020 en San Juan de Micay, zona rural del Tambo (departamento del Cauca):
1º.- En la Vereda Betania, corregimiento de San Juan de Micay zona rural del Tambo (Cauca) fueron asesinados Paola del Carmen Mena Ortiz y Armando Súarez Rodriguez.
2º.- El cuerpo de Paola del Carmen Mena Ortiz, según algunas versiones de habitantes de la región, fue desmembrado a machete y arrojado al río, impidiendose la recuperación del mismo, así como el de Armando Súarez Rodriguez.
3º.- Ambos hacían parte del Consejo Comunitario Afro Renacer del Cañon del Micay, proceso que hace parte del Coordinador Nacional Agrario (CNA).
4º.- Según las informaciones recibidas se sindica de los hechos a las disidencias de las FARC, desde el territorio donde han sucedido los hechos hacen un llamado angustioso al Gobierno Nacional y a la Comunidad Internacional para detener el exterminio contra los integrantes del Consejo, líderes sociales, defensores de DDHH, y habitantes del territorio.
Desde la Red de Hermandad y Solidaridad con Colombia:
• Rechazamos los asesinatos de Paola del Carmen Mena Ortiz y Armando Súarez Rodriguez, y las acciones de terror que buscan profundizar el desplazamiento y el despojo en los territorios.
• Exigimos al Estado colombiano que investigue estos asesinatos contra líderes y lideresas sociales, la captura y castigo ejemplar a los autores materiales e intelectuales de los asesinatos.
• Exigimos la protección a los líderes y lideresas sociales, así como a las comunidades en los territorios.
• Exigimos a los actores armados, respetar la vida de las comunidades campesinas y sus formas organizativas.
• Invitamos a la Comunidad Nacional e Internacional, las organizaciones defensoras de DDHH y demás expresiones organizativas a rodear las comunidades afectadas por la guerra sucia, a exigir al Estado colombiano que pare el genocidio y a visibilizar las violaciones a los derechos humanos.
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