A propósito de los 519 años de saqueo y despojo

PONETE LOS TENIS…

Hace 519 años se plantó en nuestramérica el inicio de lo que vendríamos a reconocer como el continuo proceso de saqueo, explotación, aculturación, masacre y ecocidio que ha significado la dominación europea primero y euronorteamericana después, lo llamaron descubrimiento y en la escuela nos enseñaron que habíamos de agradecer a quienes nos descubrieron, que habíamos de honrar a la madre patria y valorar los aportes dados a nuestras vidas por los ilustrados visitantes. Pero no ha sido un proceso lineal, durante varios procesos nuestros pueblos históricamente se han sacudido, se han rebelado, han despertado de su letargo; también ha habido varios procesos reaccionarios, nos han perseguido, nos han exiliado, nos han masacrado y el explotador ha reivindicado su dominación.

El caso colombiano ha sido bastante particular, hemos vivido procesos alternos con respecto a lo que por lo general ha sucedido en otras partes del surcontinente, además de ser reconocido nuestro país y su sistema político y de gobierno, como un enclave perfectamente funcional de la política internacional de dominación. Sin embargo siempre se ha tejido la resistencia y se ha mantenido la dignidad de los pueblos, más allá de los ensayos de involucramiento en la democracia representativa y en la formalidad de la política institucional, a veces liquidados desde afuera por los enemigos naturales de estos procesos, otras veces horadados desde adentro por vicios aprendidos o por vanidades políticas.
Más allá de la conformación de partidos, frentes, bancadas, alianzas, plataformas y demás “fórmulas salvadoras”, los pueblos han caminado sus propios procesos, de ida y vuelta, construyendo y aprendiendo de los errores, apostándole a creer en lo propio, peleándose la autonomía, defendiéndose de la cooptación y del aparatismo, luchando la dignidad de crear su propia hoja de ruta, su búsqueda del sur; a veces esta lucha contra los que dicen ser aliados.
 
Hoy por hoy la más grande lucha de los movimientos sociales es contra la indiferencia del gran conglomerado social que los medios de comunicación oficial llaman sociedad civil o ciudadanos inermes, principalmente ubicados en las zonas urbanas que se debaten entre la supervivencia en medio de un hostil sistema económico y social, y la dominación ideológica viabilizada por medios de información y un precario sistema educativo, todo esto sobre la base de la desesperanza alimentada por decepciones electoreras y el hastío de una guerra que ha rebasado los límites históricos y políticos. Este conglomerado es el perfecto instrumento de persecución y señalamiento contra el movimiento social y político alternativo; este conglomerado de personas que siguen comprando los sueños a crédito a altí! ;simos intereses y al más largo plazo, que han aprendido a desconfiar del prójimo y han desaprendido la solidaridad, que aman la seguridad militar por encima de la seguridad social, que derraman lágrimas mediáticas por la lechuza pateada o por la muerte de un genio de la tecnología (magnate además), mientras frente a sus edificios de vivienda o trabajo mueren de hambre familias de su propio pueblo, en las narices de su indiferencia.
Este conglomerado que desarrolla un ejercicio político electrónico, que su noción de democracia es la urna, que su idea de participación es en las encuestas de los grandes canales televisivos, que reconocen la política en los candidatos y en los colores, que reeligieron al anterior presidente y luego asqueados y por enmendar el error, eligieron al actual. Este conglomerado que reconoce como acción política el concierto de cierre de campaña, que desdeña de las acciones del movimientos social, que señala de vandalismo las movilizaciones que alteran la dinámica de movilidad de sus ciudades.
Este conglomerado es hijo de los procesos de desplazamiento de mediados de siglo anterior, cada una de estas persona tiene un padre, un tío, una abuela que fue despojada de su tierra cuando los campesinos se asesinaron y persiguieron con un machete en una mano y una bandera roja o azul en la otra; este conglomerado vive muy de cerca los procesos recientes de despojo, y ha visto a los victimarios de este proceso dando declaraciones en los medios de comunicación y reubicándose en las ciudades; este conglomerado ha visto desdibujarse lo que alguna vez escuchamos mentar como estado de bienestar, este conglomerado no ha visto realizarse la promesa de estado social de derecho, este conglomerado sabe que con el sistema actual de seguridad social perdieron el derecho a enfermarse y a ser tratados, sabe que no alcanzarán la pensión como lo hicieron algunos de su padr! es, saben lo que es llevar hojas de vida durante seis meses y obtener un contrato para dos meses a destajo y sin prestaciones sociales, este conglomerado ha visto aumentar las tarifas de servicios públicos a manos de la privatización, ha visto desmejorar el patrimonio nacional a manos de las compañías privadas nacionales y extranjeras.
Este conglomerado, sin embargo, es el que aporta los datos a las encuestas que dicen que Colombia es el primer o segundo país más feliz del mundo; este conglomerado es el que grita que nuestro país es el mejor vividero del mundo y que Colombia es pasión; este conglomerado es el que disfruta las caravanas “vive Colombia, viaja por ella”, atravesando la nación por carreteras deterioradas cuyo presupuesto ha sido robado varias veces, movilizándose con un combustible a muy alto precio con respecto a la referencia internacional y que además tiene un aditivo de etanol que se produce a costa del hambre y desplazamiento de población campesina para satisfacer el apetito de los ingenios azucareros.
Pero la otra Colombia se sigue moviendo, queriendo ser una misma, diversa pero junta en una unidad popular. Hoy los estudiantes, docentes y trabajadores universitarios, así como muchos padres de familia salen a las calles o se toman los centros de educación superior para rechazar el modelo mercantil de educación y desmentir la guerra mediática del gobierno que ensalza la reforma a la ley 30 y oculta los intereses reales ‘bueno, al menos dicen “infórmate”, debiéramos hacerles caso. Los trabajadores de la industria petrolera cesaron actividades en semanas anteriores forzando a Pacific Rubiales –empresa que reporta altísimo niveles de productividad y que aumenta frecuentemente la cotización de sus acciones en el mercado internacional- y al Gobierno a reconocer la dignidad del trabajo. Las poblaciones de Tolima y de H! uila se oponen y se movilizan frente los megaproyectos La Colosa y El Quimbo respectivamente, pues saben que estos proyectos no les traen nada de desarrollo y sí mucha pobreza y destrucción social y ambiental, además de poner en riesgo la supervivencia de la población. Los trabajadores del Estado salen a denunciar el continuo desmembramiento del Estado principalmente en su función social, a través de políticas que desmejoran el SENA y el sistema de Bienestar Familiar. Los pueblos indígenas, campesinos, negros y empobrecidos urbanos caminan la palabra, cabildean la independencia y se articulan en procesos como el Congreso de los Pueblos y la Marcha Patriótica, mandatando por la construcción autónoma de los territorios y por la solución política al conflicto.
Esta otra Colombia se sigue moviendo, y vos ¿ya te pusiste los tenis?

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